PERU & BOLIVIA 2024

Lima/Costa


30 de junio, 2025

Pocos días después de la llegada de Camila a Lima, arrancamos con nuestras primeras actividades. Tuvimos suerte de coincidir con el 11° Encuentro Iberoamericano de Museos, organizado para que trabajadores de museos de diversos países Iberoamericanos pudieran conversar y compartir sobre los tres ejes propuestos: aprendizajes, afectos y memorias. Entre talleres y conversatorios, unos más inspiradores que otros, logramos tener una mejor noción de lo que se está o no forjando en varios museos de países Latino Americanos o qué tipo de museos y proyectos surgen en realidades muy particulares. Un proyecto que nos interesó fue el Museo Comunitario Graciliano Arcila Vélez en Colombia, quienes tienen un Motomuseo Itinerante, con el cual visitan a comunidades con objetos del archivo. La presentación de Lucy Astrid Tobón Ospina, “El Patrimonio como herramienta para la reconstrucción del tejido social” fue muy emotiva ya que compartió como este museo se había convertido en un espacio alternativo para que la juventud se encuentre con sus pares a través de talleres, y como ese tipo de interacciones es clave para jóvenes en contextos de riesgo ya que permiten trabajar temas ligados a la violencia o precariedad cotidiana; un proyecto arqueológico convertido en museo comunitario. La presentación de Karina Giuliana Tarazona Delgado, Proyecto “Museo Amazónico: Comunidad, Identidad, Accesibilidad y Patrimonio Cultural, Museo Amazónico, Perú” nos reveló la difícil tarea de mantener instituciones culturales a lo largo del territorio peruano, ya que cuentan con recursos limitados. A pesar de ello el personal del museo puso su mejor esfuerzo para darle la bienvenida a la comunidad sordo-muda de Iquitos, aprendiendo lenguaje de señas y haciendo actividades accesibles a sus necesidades para poder transmitir conocimiento y apreciación de la arquitectura Iquiteña. 

Fué curioso atender el encuentro como curadoras independientes, y también viajando desde Canadá, ya que la gente no sabía cómo encajamos dentro del discurso latinoamericano. En uno de los talleres al que nos unimos, tuvimos que explicarle a nuestro grupo de trabajo lo que agencia/agenciamiento significaba, al menos para nosotras. Nos sorprendió que varias personas genuinamente no entendieran lo que era tener agencia. En esas interacciones de diálogo e ideación, también logramos notar los diversos niveles de disposición en la participación al encuentro. Nos quedó claro que varias personas habían sido enviadas por sus respectivas instituciones y que iban muy desmotivadas o desilusionadas con su quehacer museal, mientras otros asistentes iban muy abiertos a intercambios y con ganas de expandir o mejorar las prácticas en sus respectivos museos.

La locación del encuentro fue algo controversial, ya que llegar al nuevo Museo Nacional del Perú requería de un viaje en bus hacia Lurín. Cada día del encuentro ingresamos a un edificio que recordaba a una inmensa nave vacía que había aterrizado en un área poco accesible a los visitantes. A través de algunas conversaciones de participantes locales nos enteramos que el proyecto del gran museo había fracasado, ya que por el momento las condiciones del museo no eran propicias para albergar la colección. Lo cual no sorprende en un contexto de inestabilidad política, con gestiones ineficientes y en constante cambio.

No pudimos asistir al cierre del encuentro, ya que teníamos una cita muy esperada para ese día, nuestro taller con el artista Dimitri Manga. Llegamos al taller de Dimitri, ubicado en su casa, y nos recibió con muestras de instrumentos, CDs, y libros de su colección desde finales del siglo pasado. Nos mencionó sus experiencias con colecciones de museos en Perú y México, donde Dimitri tuvo la oportunidad de viajar con el propósito de investigación. Nos contó sobre sus experiencias burocráticas con los museos, pero también nos pareció curioso, que algunos museos si le permitieran tocar los instrumentos musicales, ya que aquí en Canadá, hay muchas reglas que rara vez lo permiten. Luego de hablar por un rato y escuchar la música original de Dimitri, nos mostró cómo utilizar la arcilla para crear varios silbatos de 2, 3 y 4 canales, y como probar los sonidos a medida que una los va construyendo.

Al día siguiente, tuvimos un taller con Rosa García, artista textil que trabaja bajo el nombre Arácnida Textil. Actualmente Rosa reside en Santiago (Chile), entonces nos reunimos virtualmente para aprender cordonería Andina. Nos inspiró mucho la trayectoria de Rosa, quien fué inspirada hacía su carrera tras su propia curiosidad hacia las técnicas, y su experiencia en danzas tradicionales peruanas. Su proceso empezó cuando desde adolescente desarmaba pulseras para entender su lógica, lo que años después la llevó a tomar talleres y visitar diversas comunidades para aprender lo más que podía sobre textiles andinos. Rosa también nos guió con sugerencias sobre cómo solicitar reuniones y encuentros con artesanas cuando viajemos a Caral y otras partes de Perú. Nos mencionó la importancia del compartir e intercambiar, recordándonos que así como las artesanas poseen conocimiento ancestral, nosotras también cargamos con conocimientos valiosos, entonces los encuentros podían darse en reciprocidad, para evitar caer en extractivismos. Lo cual fue clave en el resto de nuestro viaje.

Estando en Lima también tuvimos la oportunidad de visitar varios museos: Proyecto Amil, MUCEN (Museo Central), MAD (Museo de Minerales Andrés Del Castillo), Museo San Marcos y el Museo Amano. En Proyecto Amil vimos Expedición Inversa una exposición con dos proyectos artísticos de Huanchaco. El Proyecto Checán nos conmovió mucho, ya que en él Huanchaco se inspiró en y utilizó huaco retratos—cerámicas antiguas de la cultura Mochica que representan rostros humanos—a través de instalaciones, pinturas y collage. Parte de la instalación tenía una especie de dispositivo con varios contenedores semicirculares donde se encontraban ubicados huacos retratos con audífonos sobre sus orejas. El audio que se emitía a través de ellos, era una mezcla de sonidos que incluían una grabación con palabras sueltas dichas por la última persona que habló Muchik, la lengua de los Mochica, desaparecida a inicios del siglo XX. Al ser huacos antiguos originales y parte de la colección del Museo Larco, nos pareció que el gesto de hacer escuchar a los huacos su “lengua materna” era muy poético y concreto a la vez. Un modo de despertar la memoria de esos ancestros cerámicos. En el MUCEN había una exposición del artista Felipe Coaquira, quien “pinta con hilos” figuras de ángeles y demonios, personajes de la cultura popular y la cosmovisión andina. El Museo de Minerales nos impactó, por su diseño de exposición con dibujos didácticos que explican la técnica textil y cerámica, y también por el uso de VR como tour guiado para comenzar la visita al museo. De último, la visita al Museo Amano fué muy especial, ya que Karina había trabajado en el museo en el 2023, entonces tuvimos un tour exclusivo de los gabinetes, y conversaciones más íntimas con los trabajadores del museo. 

Luego, para culminar nuestra visita en la costa, tomamos un autobús de 4 horas a la ciudad antigua de Caral —la civilización más antigua de las Américas (3500 y 1800 a. C.)— a donde fuimos sin un plan muy concreto ya que no teníamos el contacto de las artesanas que trabajan con algodón natural que queríamos conocer. Entonces visitamos las ruinas turísticas, y Karina empezó a preguntar por las artesanas a quienes había conocido hace un año atrás. Ahí conseguimos el contacto de la señorita Yuri, quien recién había dado a luz, y nos invitó a su casa. Al llegar, conocimos a la señora Rosa, su mamá, quien generosamente nos invitó unas frutas de su jardín, nos mostró el algodón de colores naturales que cosecha en su casa y nos mostró el proceso de hilar. Camila tomó muy fácilmente el ritmo del hilado, mientras Karina disfrutó de sacarle las semillitas a los copitos de algodón en tonos beige, marrón claro, verde e incluso rosado. Rosa nos compartió la historia de cómo las semillas llegaron a ella gracias a la antropóloga y arqueóloga Ruth Shady, quien no había tenido éxito en sembrarlas y que decidió repartir las semillas con algunas personas del área. Rosa fue una de las pocas que logró cultivar el tan preciado algodón nativo de color, un recurso de la textileria ancestral encontrado en las ruinas de Caral y cuya producción decreció enormemente ante la demanda del algodón blanco iniciada hace siglos atras. Este viaje corto fué una aventura que terminó con el regreso al motel en un mototaxi que nos hizo brincar incontables veces por la trocha rocosa, hasta que la gasolina se acabó en mitad del camino, y ahí mientras esperábamos por ayuda, el hermoso valle de Supe nos despidió con un arco iris durante la bajada del sol.

Mending the Museum






PROJECTS

Mending the Museum (2023)
Workshop Series:
   Narrative Charm
   Blackout Poetry
   Play it Forward
   Cloning and Paper Clay
   Clay|Sound|Powah


INFO

About the Collective
Members of the Collective



Mending the Museum is a collaborative duo comprised of Karina Román Justo and Camila Salcedo. Together, their intent is to work as a bridge between artists, communities, regional museums, and craft objects from their collections, to reflect on ancestry and speculative futures within the framework of cultural belonging.


For all inquires, please email mendingthemuseum@gmail.com


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